La supervisión clínica, tiene como principal objetivo la integración entre la teoría y la clínica. Es igualmente esencial la transmisión del procedimiento utilizado por el terapeuta para adaptar su conocimiento teórico al material clínico y la comprensión del proceso terapéutico. El proceso de supervisión clínica busca incrementar el “instrumento psicoterapéutico” del terapeuta en formación.
Es posible describir la supervisión clínica como un tipo especial de proceso de enseñanza-aprendizaje, basado en el estudio en conjunto, por parte de un terapeuta en formación y un terapeuta con más experiencia, del material que describe la interacción entre un paciente y su terapeuta.
También puede decirse que se trata de un proceso complejo realizado por un terapeuta con mayor experiencia, cuyo objetivo básico, consiste en capacitar a otro terapeuta en formación, a ser lo más efectivo posible en su tarea a la hora de realizar la misma.
Puede considerarse así mismo que se trata de una experiencia de aprendizaje en la que un terapeuta está compartiendo con un colega su experiencia clínica, con la finalidad de clarificar su pensamiento y su técnica.